lunes, 1 de octubre de 2012

De Gandía a Girona

Ahora estarás perdida, entre montañas perdidas y picudas. Estarás embebida de ese ambiente mágico, donde hace más frío, donde su lengua canta y gruñe al mismo tiempo. Hay  un lugar que te hace muy feliz, en el que puedes hacer muñecos de nieve y observar cuerpos abiertos en canal. Incluso palparlos un poco.
Te has rodeado de nuevo de las mejores compañías, con enorme ansia después de todo un verano. Después de una rutina caliente, pegajosa y poco estimulante. Los aceites nunca fueron santo de tu devoción y seguro que ahora no es lo mismo entrar en un supermercado. A mí también me pasa, pero con los bares.
Estoy muy contenta porque hayas encontrado tu sitio. Nunca has sido alguien conformista y te lo mereces. ¿Sabes? El año pasado creí encontrarte en la estación, con tu maleta de vaca coral y tu abrigo. También tenía tu andar apresurado. Ahí te añoraba, muchísimo. Más de lo que quiero admitir. Pero así es la vida. A veces te separa, pero otras te reúne y en circunstancias que no imaginarías. Sigo echándote de menos, eso no ha cambiado. Solo que ahora es por motivos diferentes. Quería contarte que ya encontré mi sitio, que ya voy viendo claro hacia dónde voy. Que por fin me siento bien y que me encantaría compartirlo contigo. Decirte que esto no es un relato, que ya se ha caído el telón.
Igual esto es lo más ridículo del mundo. Igual debería coger el teléfono otra vez. E ir detrás de ti, como antes. Igual no es sencillo añorar y tener orgullo al mismo tiempo. Puede ser que hace muchísimo que te eche    de menos y ya.
Igual no lees esto, pero me parecía una buena forma de reinnaugurar esto. Este trocito de mis pensamientos, que no se en qué florecerán más tarde. Pero ahora tengo otra forma de pensar y no es en una dirección, sino en varias y muy diversas. Espero hacerlo notar. Mientras espero ansiosa a Halloween, te escribo esto, que no es una carta, pero que contiene el mismo amor. Te mando un beso enorme:
Tu Lady V

No hay comentarios:

Publicar un comentario